Inmigración y cohesión social. Las claves

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Agirre Larreta, Anaitze

1. Lo que caracteriza el fenómeno migratorio en España

Comparte rasgos comunes y similares con otros países europeos pero entre sus características particulares, la más llamativa es la rapidez y cuantía en los flujos. A finales de los 80 en España la inmigración era muy escasa y buena parte de los extranjeros estaban en la costa mediterránea y eran jubilados del norte de Europa. Veinte años después lo que tenemos son cinco millones y medio de residentes extranjeros de los cuales la mayoría son inmigrantes laborales de los cinco continentes. Hay otro aspecto menos destacado pero tan importante como el primero. En diez años hemos pasado de una migración caracterizada por hombres y mujeres solas, solteras o que habían dejado la familia en el país de origen, a una inmigración familiar. Esto se da por el número de menores ya residentes, que en algunos casos como la comunidad ecuatoriana u otros países latinos, ha migrado el grupo familiar cuando ya tenían aquí una red de apoyo. En el caso europeo, en las migraciones posteriores a la segunda Guerra Mundial, este cambio en el tipo de migración costó veinticinco años. Por último, en los últimos diez años y en términos proporcionales, España es el país del mundo que ha recibido más migrantes.

2. Las políticas de integración y cohesión social

Tanto en el Estado como en toda la UE partimos del concepto de inmigración laboral, por lo tanto la legitimidad de la entrada y residencia aquí está unida a la aportación económica que se prueba mediante el contrato de trabajo. Pero como descubrieron los alemanes en su día pedíamos mano de obra y nos llegaron hombres. Los seres humanos por mucho que se quiera, ni podemos ni queremos reducirnos a una dimensión unilateral de mano de obra. Por otro lado también reconocemos determinados derechos fundamentales, como no podría ser de otra forma, como el derecho a la reagrupación familiar, a la educación, la salud. Por lo tanto, esa migración que inicialmente queríamos exclusivamente laboral se nos ha convertido en familiar, que además en términos demográficos también necesitamos, como garantía de una base poblacional para el desarrollo económico y mantenimiento del estado del bienestar.

3. Cómo se plantea la integración desde el punto de vista legislativo

Históricamente los objetivos de la política española de inmigración han sido y siguen siendo tres; el control de fronteras, la integración y la cooperación al desarrollo. El pilar de la integración, proclamado por la propia política oficial, tiene como el resto de Europa un enorme retraso en su desarrollo. Los objetivos se proclamaron en el 91 y durante 15 años lo fundamental ha sido el control de fronteras.

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